Este libro me ha causado emociones encontradas. Por un lado, admiro la destreza del escritor para plasmar el encuentro de tres religiones en un personaje como Pi. Y por otra parte, me resultó muy agresiva la forma en que describe el encuentro a muerte por la sobrevivencia.
La película me gustó, quizá por los escenarios y la adaptación a la historia escrita.
Pero hay cosas que sólo las palabras pueden provocar: recuerdos de vivencias propias y que van más allá de la propuesta fílmica; así ha sido para mi el capítulo 78 con su rica narrativa acerca del cielo y el mar.
En fin, espero no pecar de exagerada y si no son tan 'sensibles' como yo ante la descripción descarnada de la muerte, seguramente esta historia les cautivará en su totalidad, pues ¿cómo no acompañar a un chico náufrago en su travesía por el mar? ¿cómo no sorprenderse al saberlo acompañado por un tigre de bengala?